EUROPA
PRESS
28 noviembre
2019
Los
mamíferos que hibernan abren una esperanza de soluciones genéticas para la
obesidad
Científicos de la Universidad de Utah Health, en Estados Unidos, han detectado nuevas pistas
genéticas sobre la hibernación de algunos animales que podrían conducir a una
mejor comprensión y tratamiento de la obesidad y los trastornos metabólicos que
afectan a millones de personas en todo el mundo, según publican en la revista 'Cell Reports'.
La hibernación es una de las peculiaridades más extrañas de
la naturaleza, que induce a los osos y otros mamíferos a acumular un peso
masivo, cantidades que no serían saludables para los humanos, para poder
sobrevivir meses de sueño y, además, cuando despiertan están más en forma que
nunca.
"Los hibernadores han
desarrollado una capacidad increíble para controlar su metabolismo, explica
Christopher Gregg, profesor asociado en el Departamento de Neurología y
Anatomía. El metabolismo da forma a los riesgos de muchas enfermedades
diferentes, incluida la obesidad, la diabetes tipo 2, el cáncer y la enfermedad
de Alzheimer".
"Creemos que comprender las partes del genoma que están
vinculadas a la hibernación nos ayudará a aprender a controlar los riesgos de
algunas de estas enfermedades importantes, prosigue. Una gran sorpresa de
nuestro nuevo estudio es que estas partes importantes del genoma estaban
ocultas para nosotros en el 98 por ciento del genoma que no contiene genes, que
solíamos llamar 'ADN basura'".
En investigaciones anteriores, Gregg y Elliot Ferris, un bioinformático de su laboratorio, examinaron genomas de
mamíferos en busca de evidencia de "interruptores" genéticos o
elementos reguladores que pudieran ayudar a explicar por qué ciertos animales
desarrollaron "superpoderes biomédicos", como la resistencia al
cáncer en elefantes o coágulos de sangre. Resistencia en delfines. Encontraron
miles de nuevos elementos genéticos que ayudan a revelar partes del genoma
humano asociadas con esos rasgos.
En este nuevo estudio, Gregg y Ferris buscaron determinar si
las especies en hibernación podrían ayudar a detectar partes del genoma que
juegan un papel importante en el control de la obesidad, que es una epidemia
global.
Los investigadores se centraron en cuatro mamíferos hibernantes que se encuentran en diversos hábitats en todo
el mundo: la ardilla terrestre de trece franjas, el pequeño murciélago marrón,
el lémur ratón gris y el tenrec erizo menor de
Madagascar.
Después de comparar sus genomas, el equipo de Gregg concluyó
que estos mamíferos habían desarrollado fragmentos de ADN cortos, no codificantes, llamados regiones aceleradas paralelas.
Descubrieron que estas regiones están ubicadas desproporcionadamente cerca de
genes vinculados a la obesidad en humanos.
Para confirmar el vínculo, los investigadores examinaron los
genes involucrados en el Síndrome de Prader-Willi (SPW), un trastorno genético humano que desencadena
el apetito insaciable y conduce a la obesidad mórbida. Descubrieron que los
genes vinculados a SPW también tienen más regiones aceleradas de hibernación en
comparación con los genes no asociados con el síndrome.
Sobre este y otros hallazgos, Gregg y Ferris teorizan que
los hibernadores han desarrollado formas de
"desactivar" elementos genéticos específicos que controlan la
actividad de los genes de la obesidad en comparación con los mamíferos que no
hibernan. Estos elementos recientemente descubiertos podrían mejorar nuestra
capacidad de aprender a evaluar y controlar los riesgos de obesidad en humanos.
"Nuestros resultados muestran que las regiones
aceleradas de hibernación se enriquecen cerca de genes relacionados con la
obesidad en estudios de cientos de miles de personas, así como también cerca de
genes vinculados a una forma sindrómica de obesidad,
explica Ferris. Por lo tanto, al reunir datos de humanos y animales en
hibernación, pudimos descubrir los cambios reguladores maestros candidatos en
el genoma para controlar la obesidad de los mamíferos".
En total, los investigadores identificaron 364 elementos
genéticos potenciales que podrían tener un papel en la regulación de la
hibernación y la obesidad. Actualmente están probando estos componentes en
ratones de laboratorio utilizando la tecnología especializada de edición de epigenomas CRISPR desarrollada por Jason Gertz, un investigador del Huntsman
Cancer Institute.
"Dado que la obesidad y el metabolismo dan forma a los
riesgos de tantas enfermedades diferentes, el descubrimiento de estas partes
del genoma es una visión realmente emocionante que sienta las bases para muchas
nuevas direcciones importantes de investigación, apunta Gregg. Tenemos nuevos
proyectos emergentes para el envejecimiento, la demencia y el síndrome
metabólico".